Gracias, señor Presidente. El Reino Unido agradece a Finlandia la convocatoria de este Consejo Permanente Extraordinario. Hace tan sólo 16 días se vieron ustedes obligados a convocar una reunión extraordinaria del Consejo después de que un ataque ruso con misiles en Kryvyi Rih causara la muerte de 20 personas, entre ellas nueve niños. Este incidente supuso el mayor número de niños perdidos en un solo ataque desde que Rusia comenzó su invasión a gran escala, según informó la ONU.
La semana pasada coincidió con una importante celebración religiosa, que reunió a comunidades de todo el mundo en un espíritu de paz y buena voluntad. Sin embargo, mientras los cristianos de todo el mundo celebraban el inicio de la Semana Santa, un misil balístico ruso impactó en el corazón de Sumy. Este ataque mató a 34 personas, entre ellas dos niños, e hirió a otras 117. Algunas de las víctimas se dirigían a la iglesia para asistir a un servicio religioso del Domingo de Ramos.
El Viernes Santo, otro misil balístico ruso apuntó a Kharkiv, empleando munición de racimo, con el resultado de un muerto y al menos 60 heridos. Ese mismo día, un ataque con drones en Sumy se cobró la vida de otro civil y causó daños en una panadería que preparaba el tradicional pan de Pascua "paska".
Señor Presidente, nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familias en estos momentos tan desgarradores.
La reacción de Rusia a la amplia condena de este Consejo y de la ONU tras su asalto a Sumy implicó volver a su táctica habitual de desinformación y distorsión para racionalizar lo indefendible. Podemos anticipar maniobras similares en este caso.
Con estos atroces ataques, Rusia ha demostrado que su crueldad no conoce límites y que no está verdaderamente comprometida con la paz. La llamada "tregua de Pascua" del Presidente Putin no fue más que una distracción, violada repetidamente por sus propias fuerzas. Apenas un día después, el lunes de Pascua, otros cinco civiles perecieron a causa de los ataques rusos, poniendo de manifiesto los esfuerzos abiertamente cínicos del Kremlin por hacerse pasar por los pacificadores. Desde entonces se han seguido produciendo agresiones similares, como el ataque de ayer contra Kiev, que al parecer se saldó con nueve civiles muertos y 70 heridos.
Si Rusia se tomara en serio la paz, aceptaría un alto el fuego inmediato, total e incondicional, como hizo Ucrania hace más de 40 días. Si estuviera realmente comprometida con la paz, pondría fin a sus ataques sin sentido contra la población civil. Si se tomara en serio la paz, mantendría los compromisos que ha contraído.
La agresión en curso de Rusia contra Ucrania sirve de crudo recordatorio de que el Presidente Putin no ha renunciado a su objetivo de subyugar a Ucrania. Por esta razón, el Reino Unido, en colaboración con nuestros socios y aliados, persistirá en proporcionar a Ucrania el apoyo militar necesario para proteger a sus ciudadanos. Además, estamos dispuestos a imponer una presión adicional a Rusia para obstruir su capacidad de llevar a cabo esta guerra de agresión.
Gracias, señor Presidente.