Iniciativas gubernamentales para mejorar la seguridad en los centros de detención de menores

• El personal, cuidadosamente seleccionado y formado, irá equipado con spray de pimienta sintética

• Esta medida aborda el aumento de la violencia en las instituciones para menores infractores

• Las agresiones al personal son 14 veces más frecuentes que en las prisiones de adultos.

En respuesta a la escalada de violencia, esta decisión pretende garantizar la seguridad tanto del personal como de los jóvenes, minimizando al mismo tiempo la gravedad de los incidentes en las instituciones para menores infractores.

En los últimos años, numerosos agentes de primera línea han tenido que arriesgar su seguridad para proteger a jóvenes detenidos de agresiones y defenderse de armas improvisadas.

A partir de ahora, el personal autorizado de las instituciones para menores delincuentes tendrá acceso a PAVA, un espray de pimienta sintética que incapacita temporalmente a las personas a las que va dirigido, para ayudar a reducir y calmar las circunstancias violentas.

El anuncio de hoy coincide con nuevas estadísticas que revelan que la incidencia de las agresiones en las instituciones públicas de menores infractores es aproximadamente 14 veces mayor que en las prisiones de adultos.

Dotar al personal de las herramientas necesarias para mantener la seguridad de los jóvenes detenidos les permitirá concentrarse en la rehabilitación, ayudando a estas personas a realizar cambios positivos en su vida. La reducción de la reincidencia es esencial para el compromiso del gobierno de garantizar la seguridad de la comunidad, formando parte de su Plan para el Cambio.

El Ministro de Justicia Juvenil, Sir Nic Dakin, declaró:

Nuestro gobierno ha heredado un sistema de justicia penal convulso. La alarmante violencia a la que se enfrentan nuestros valientes funcionarios de primera línea en los centros de menores delincuentes pone de manifiesto esta crisis continua.

Esta decisión no se ha tomado a la ligera; sin embargo, nuestra principal responsabilidad es garantizar la seguridad del personal y de los jóvenes detenidos. Este spray servirá como herramienta crucial para prevenir la violencia grave, permitiendo al personal concentrarse en la rehabilitación como parte de nuestro Plan para el Cambio.

El número de jóvenes detenidos ha disminuido considerablemente en los últimos años. La mayoría de los detenidos en centros de menores son adolescentes de entre 16 y 18 años, y más de dos tercios de ellos lo están por delitos violentos, como asesinato, intento de asesinato y lesiones graves.

Recientes sucesos han provocado lesiones graves a jóvenes detenidos, mientras que miembros del personal han sufrido fracturas, dislocaciones, heridas punzantes y laceraciones.

La implantación del PAVA permitirá al personal responder más eficazmente a estos incidentes y restablecer el orden con rapidez.

Esta medida sólo será empleada en situaciones específicas por personal especialmente formado cuando exista violencia grave o una amenaza inminente de la misma. Anteriormente, su uso se limitaba a los casos en que se desplegaban Grupos Nacionales de Respuesta Táctica para hacer frente a incidentes críticos, pero este ajuste facilitará una aplicación más rápida para desescalar situaciones. Ya es utilizado por la policía en la comunidad y por los funcionarios de prisiones en centros para adultos para mitigar el riesgo de daños graves tanto al personal como a los reclusos.

Para garantizar la seguridad tanto del personal como de los jóvenes, el despliegue de PAVA en el ámbito de la juventud se regirá por una normativa estricta, y cada caso de uso será evaluado por un grupo independiente y comunicado a los ministros para su revisión exhaustiva. Los ministros también volverán a evaluar su aplicación y sus efectos al cabo de 12 meses para abordar cualquier uso desproporcionado.

Este anuncio es fruto de una investigación exhaustiva y de consultas con especialistas, incluidos expertos en la materia y el NHS England.

Además, el Gobierno ha actuado recientemente para poner fin a la práctica de internar a niñas en instituciones para delincuentes juveniles, siguiendo las recomendaciones de la revisión independiente de Susannah Hancock sobre el internamiento y cuidado de niñas bajo custodia juvenil.