El nuevo delito de omisión del deber de impedir el fraude simplificará el enjuiciamiento de las grandes organizaciones cuando un empleado cometa fraude en beneficio de la organización.
Cuando un empleado participa en una actividad fraudulenta, la organización debe demostrar que disponía de medidas adecuadas para prevenir tales actos o se enfrenta al riesgo de incurrir en una multa ilimitada.
Las leyes propuestas motivan a las empresas a mejorar sus medidas disuasorias contra el fraude, con el objetivo último de reducir la delincuencia y salvaguardar a los consumidores, inversores, otras empresas y contribuyentes de las actividades fraudulentas.
Las empresas que no eviten el fraude se enfrentarán a medidas coercitivas, según los nuevos planes del Ministerio del Interior.
¿Está listo para solicitar su visado para el Reino Unido?
Haga clic en el botón de abajo para iniciar su proceso de solicitud de visado de forma sencilla y segura.
🇬🇧 SOLICITAR VISADO UK ETA AQUÍLa legislación reforzada, que se promulgará a través del Proyecto de Ley de Delincuencia Económica y Transparencia Empresarial, facultará a los fiscales para exigir responsabilidades a las grandes empresas si un empleado comete fraude en interés de la organización sin que existan procedimientos razonables de prevención.
El Ministerio del Interior ha presentado hoy una enmienda para tipificar el delito de omisión del deber de impedir el fraude, con el respaldo de la Serious Fraud Office y la Crown Prosecution Service.
declaró el Ministro de Seguridad, Tom Tugendhat:
Nos comprometemos a actuar contra las empresas sin escrúpulos que pretenden estafar a sus clientes.
Nuestro nuevo delito de omisión del deber de impedir el fraude protegerá a los consumidores de los métodos de venta deshonestos y engañosos, garantizando una competencia leal a la mayoría de las empresas responsables.
Este Gobierno se dedica a combatir la delincuencia económica, como se pone de manifiesto en el Plan 2 contra la Delincuencia Económica que hemos puesto en marcha recientemente, en el que se describe cómo vamos a dotar a los cuerpos y fuerzas de seguridad de recursos avanzados para hacer frente a delitos importantes.
La nueva legislación protegerá al público de diversos perjuicios, como prácticas de venta engañosas, contabilidad falsa y ocultación de información esencial a consumidores o inversores.
También puede exigir responsabilidades a las empresas por prácticas deshonestas en los mercados financieros.
Las nuevas autoridades son una continuación de las recomendaciones formuladas por la Comisión Jurídica en su revisión de 2022 de la responsabilidad penal de las empresas.
Lisa Osofsky, Directora de la Oficina de Fraudes Graves, señaló:
Este nuevo delito mejoraría significativamente la capacidad de las fuerzas del orden, equiparando la legislación sobre fraude a la de soborno.
Como principales fiscales especializados en delitos económicos del Reino Unido, esto nos ayudará a desmantelar operaciones fraudulentas, indemnizar a las víctimas y, en última instancia, preservar la integridad de nuestra economía.
Antes de presentar cargos, los fiscales evaluarán de forma independiente si el enjuiciamiento es de interés público.
Una empresa puede enfrentarse a consecuencias legales si, por ejemplo, sus empleados venden productos a clientes de forma fraudulenta.
Una empresa también podría ser considerada responsable si su personal falsificara los registros financieros para engañar a los inversores.
En ambos casos, una empresa podría incurrir en una multa ilimitada si se descubre que carece de medidas razonables de prevención del fraude. Esta aplicación no sólo sirve para hacer justicia a las víctimas, sino que también anima a las empresas a fomentar un entorno en el que las actividades fraudulentas tengan dificultades para prosperar.
No será necesario demostrar que los directivos de la empresa habían ordenado o eran conscientes del fraude cometido por un empleado.
Una empresa no será responsable si puede demostrar que disponía de medidas razonables para prevenir el delito. El Gobierno publicará orientaciones sobre estrategias de prevención razonables a su debido tiempo, y la aplicación del delito no comenzará hasta que se publiquen dichas orientaciones.
Andrew Penhale, fiscal jefe de la Fiscalía de la Corona, declaró:
La prevalencia del fraude en el Reino Unido -que representa el 41% de toda la actividad delictiva- es tan significativa que se acogen con satisfacción medidas adicionales para prevenirlo y proteger a las personas de convertirse en víctimas.
El nuevo delito empresarial de no prevenir el fraude representa otro paso vital hacia la promoción de un mejor comportamiento empresarial y complementará las medidas fiscales existentes.
Las grandes empresas que no establezcan medidas razonables para prevenir el fraude de sus empleados pueden ser consideradas penalmente responsables de tales fallos.
Una ventaja clave de la nueva legislación será el impulso a la mejora de los comportamientos corporativos dirigidos a prevenir el fraude. Se ha observado un efecto similar con la actual falta de prevención de los delitos de soborno y facilitación de la evasión fiscal.
Las pequeñas y medianas empresas estarán exentas de la nueva infracción, pero seguirán siendo responsables con arreglo al marco jurídico vigente.
La nueva legislación será aplicable en todo el Reino Unido.